Su viejo casco urbano esta muy bien conservado, por lo que merece un detenido paseo por sus rincones pintorescos. La villa es un recinto amurallado con hermosas casas señoriales y magníficos edificios.
De las siete antiguas entradas al recinto amurallado, tan sólo se conservan dos: el portal de San Antonio y el del Carmen. En algunas casas peculiarmente destacan, los dinteles de las puertas, que aún conservan de la época medieval tallados en la piedra símbolos u objetos que se referían a la profesión de la persona que la habitaba o a símbolos cuyo significado no ha sido confirmado y que se piensa podían pertenecer a antiguas sociedades secretas del medievo.
Forma parte de la Ruta del Cid y conserva uno de los mejores conjuntos urbanos de Teruel. Fue galardonada con el premio “Europa Nostra” en 1983 al reconocer la labor de restauración efectuada por sus vecinos.
Destaca:
La ex colegiata de Santa María la Mayor (S.XVII)
Los conventos de las Agustinas (s. XVI-XVIII) y del Carmen (s. XVII).
Las cuatro ermitas de los siglos XV al XVIII.
De las edificaciones civiles:
el ayuntamiento renacentista.
La Fuente (s.XVIII.
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