Esta localidad malagueña divide su casco urbano a ambos lados del Tajo del Ronda, un desfiladero de más de 150 metros de profundidad. Celtas, fenicios, romanos y árabes habitaron estas tierras.
El casco antiguo, tiene restos árabes y trazado medieval se dispersa al sur del Guadalevín, mientras que la Ronda más moderna, la que surgió a partir del siglo XVI, se despliega al norte de este cauce. Diversos puentes unen estas dos mitades de una de las localidades más interesantes de la ruta de los
Pueblos Blancos.
A destacar: el Puente Nuevo situado sobre la Garganta del Tajo junto con el Puente Viejo, el Puente árabe y la Plaza de Toros, junto con otros monumentos con gran interés:
En el siglo XIX, se identifica la imagen de la ciudad y de la Serranía con los bandoleros y la tauromaquia.
En la actualidad es un municipio de gran interés cultural y está situada en un entorno privilegiado, debido a su entorno natural, ya que en las inmediaciones se encuentran el Parque de la Sierra de Grazalema y el Parque de la Sierra de las Nieves
Fuente:
Pueblos bellos de Andalucía: http://pueblos-bellos-andalucia.blogspot.com/
